¿Cómo introducir sólidos al bebé?
Si algo nos preocupa como madres es la correcta alimentación de nuestros hijos, sobre todo cuando se es primeriza. La ablactación refiere la introducción de alimentos sólidos a la dieta del bebé, se sugiere después de los seis meses de edad. Es importante considerar que ablactación no significa destete pues la leche –preferentemente materna- sigue siendo un alimento indispensable en su dieta diaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
La ablactación es un tema controversial, pues mientras la Norma Oficial Mexicana (NOM-043-SSA2-2012) encargada de los servicios básicos de salud, promoción y criterios para brindar orientación propone la introducción temprana de alimentos como huevo o trigo, recientes investigaciones sugieren incorporarlos después de los 12 meses, sobre todo cuando existen antecedentes genéticos de intolerancia. Por lo tanto, debemos considerar que cada niño es único y este texto solo brinda recomendaciones generales, cada pediatra las adaptará de acuerdo al beneficio individual de cada bebé.
¿Por dónde comenzar?
¿Cómo lograr que mi hijo acepte los sólidos?
Ofrece primero el alimento y después la leche.
La cantidad de alimento que come el bebé varía día a día pero va en aumento. Se inicia dándole media cucharada por día hasta llegar a 4 o 6 cucharadas a las dos semanas, por lo que disminuirá e volumen de la leche que consume.
A la edad de un año el bebé deberá consumir de 2 a 3 tazas de leche. No más.
Deberás siempre servir porciones pequeñas y repetir si desea más.
Ofrece el alimento sólido o semisólido. No caldos ni sopas.
Ofrece los alimentos a temperatura ambiente.
Utiliza utensilios adecuados y permite que el niño -siempre con supervisión del adulto- maneje los utensilios y coma solo aunque se bata, ya que esto estimula su desarrollo psicomotriz.
Recomendaciones generales
Preferentemente selecciona verduras y frutas de temporada.
Introduce un solo alimento a la vez y ofrecerlo 2 o tres días seguidos, así podrás conocer su tolerancia. Se recomienda que un niño pruebe de 8 a 10 veces el mismo alimento para que pueda aprender a disfrutarlo. Se logra aceptación después de 12 a 15 veces de ofrecerle el mismo alimento.
No mezcles los alimentos, así permitirás al pequeño reconocer y aceptar los distintos sabores y texturas de los mismos.
Si bien los alimentos industrializados para bebé no son malos, siempre serán mejor las papillas caseras, por costo y aceptabilidad a largo plazo.
No utilices sal, azúcar, chile o miel en la preparación de las papillas.
Evita alimentos que el niño pueda aspirar, como cacahuates, uvas, pasitas, etc.
Limita el uso de jugos sobretodo si son industrializados (ofrecerlos hasta que el niño sea capaz e manejar la taza).
Siempre se deberá dar agua.
El niño no necesita beber tés, tampoco sopas ni caldos. Esto limita su apetito.
Después del sexto mes ofrece alimentos picados finamente.
Mantén extrema higiene. Lava y desinfecta verduras y frutas, enjuaga las carnes y lávate bien las manos antes de preparar los alimentos.
Muy importante, considera que si regresa la comida es porque ya no quiere. Tu como mamá determinas el QUÉ comer, ellos el CUÁNTO comer.
Referencia: Ana Bertha Pérez Lizaur. Leticia Marván Laborde. Manual de dietas terapéuticas. Alimentación del lactante.