Niños melindrosos
¡Eso no me gusta! Seguro una de las frases favoritas de tu hijo.
No te sientas mala madre, quizá no cocinas tan mal. Todos los niños (y muchos adultos) se quejan de la comida en alguna etapa de su vida. Si bien no deseamos pelear, nos interesa asegurar una buena nutrición, ¿cómo hacerlo?
- Evita saltarte comidas, aunque sea poco el niño tiene que desayunar, comer y cenar.
- Recuerda “todo cuenta”. Si el niño come poco, asegúrate que coma alimentos nutritivos en vez de calorías vacías (alimentos paquete ricos en azúcar y grasa).
- Ten siempre a la vista alimentos nutritivos y que a su vez aporten calorías. Ejemplo: nueces, frutas deshidratadas, galletas integrales, verduras y frutas frescas con presentación atractiva.
- Limita el consumo de azúcar al máximo, incluso la miel y el azúcar mascabado.
- Evita embutidos como jamón y salchicha. Nutren poco.
- Predica con el ejemplo. Come lo que quieres que tus hijos coman.
¡Ah!, y algo súper importante, aplica la de tu mamá: “Esta casa no es restaurante” y sólo sirve alimentos en horarios específicos, es decir, si no comió y a la hora te pide de comer tendrá que esperar hasta la hora de la colación.