Cómo hacer que tu hijo ame las verduras

Niños aman verduras.jpg

¡No te levantas de la mesa hasta que te comas todas las verduras! Típica cantaleta de mamá. ¿Te has preguntado por qué a la mayoría de los niños no le gustan las verduras? Un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Granada, España muestra que los niños pueden comer hasta 80% más verduras cuando se les permite elegir.

Sabor

Ese “no me gusta” probablemente es cierto, pues el calcio contenido en algunos vegetales como espinaca, col rizada, acelga o brócoli provoca un sabor amargo, lo que podría influir negativamente en su elección. En este caso, procura aderezos como soya y limón o dips cremosos.

Color

El color en los vegetales es un gran aliado, pues además de aportar fitoquímicos (substancias bioactivas con efectos positivos en la salud), despierta en los pequeños curiosidad por el sabor del alimento. ¿Sabías que los colores estimulan parte del cerebro y llegan a influir en nuestras elecciones? De acuerdo a The Journal of Physiology los niños prefieren alimentos de color rojo, verde, naranja y amarillo. Aprovecha la diversa gama de vegetales coloridos a los que tenemos acceso en nuestro país.

Textura.

A veces los niños rechazan un alimento y nada tiene que ver con el sabor, quizá lo que no les gusta es lo suave, duro, cremoso, blando, crujiente, arenoso o incluso hasta la temperatura del mismo. Para saberlo, basta con preguntarle, o si es muy pequeño, intenta distintas texturas y detecta la que más le agrade.

Te compartimos algunas técnicas de preparación que te ayudarán a resolver cualquier problema de textura. 

5 Claves para que los niños amen las verduras

1-    Predica con el ejemplo

Como padres debemos ser congruentes en lo que pedimos y en lo que hacemos, seguramente si gozas de comer verduras, el niño también lo hará. Los niños son un espejo de nosotros mismos, imitan y aprenden lo que ven en casa.

2-    Visiten el supermercado juntos

Esto ayudará a que él mismo elija los vegetales que desea consumir. Pueden hacer una lista de las verduras que ya han probado o que comen usualmente, así, cuando vayan al supermercado, procurarán elegir aquellas que no estén. Un divertido juego con el fin de variar la alimentación, e incluir más vegetales.

3-    Inicia las comidas con verduras

Dicen que “el hambre es el mejor cocinero”, y sí. Dar como primer plato los vegetales hará que el pequeño –con hambre- tenga menos repele a los mismos. Es importante variar el consumo de verduras para evitar el aburrimiento.

4-    Aumenta la creatividad

Si partimos que de la vista nace el amor. Una buena alternativa es lograr que sus platos tengan –además de mucho color- un toque de diversión. Los vegetales no solo se sirven en ensalada, pueden prepararse de muchas formas: crudos, con cascara, en guisos, como guarnición o botana, en fin, existe un sin fin de combinaciones.

5-    Insiste pero jamás obligues

Evita pactos para que el pequeño acceda a comer verduras. Si bien no es fácil que acepte alimentos nuevos, habrá que ser pacientes y presentárselo entre 7 y 15 veces antes de que lo pruebe.

Es muy importante que no se premie ni se castigue con alimentos.

Recomendaciones generales:

  • Aprovecha las frutas de temporada ya que son más económicas y frescas.
  • Es importante que incluya verduras no solo a la hora de la comida, también puede hacerlo en el desayuno, la colación o lunch y en la cena.
  • Prefiere las frutas frescas, enteras y con cáscara. 

 

*Este texto lo escribí para la Revista Sabor y Estilo. 

Somos lo que comemos vs. lo que nos movemos.
Anterior
Anterior

Niños melindrosos

Siguiente
Siguiente

¿Cómo preparar un refrigerio escolar saludable?