¿Por qué es tan difícil mantener la pérdida de peso?

Todos hemos estado ahí: hacemos dieta, bajamos de peso y luego, ¡zas!, los kilos regresan. Pero, ¿por qué sucede esto? No es solo falta de voluntad; la ciencia muestra que nuestro cuerpo está programado para resistir la pérdida de peso y, de hecho, se adapta para recuperar el peso perdido. Dos artículos, uno publicado en ISRN Obesity y otro en Nature, exploran los mecanismos detrás de esta lucha.

Aquí te van los puntos más importantes:

  • Metabolismo lento: Cuando bajas de peso, tu cuerpo quema menos calorías cuando estás en reposo. Es como si tu cuerpo se pusiera en modo ahorro de energía. Esto significa que necesitas comer aún menos para seguir bajando de peso o, por lo menos, para no volver a subir. Y no solo eso, ¡hasta las células de grasa se vuelven más flojas!

  • Las hormonas se alocan: Perder peso descontrola las hormonas que regulan el hambre. Bajan las hormonas que te hacen sentir lleno, como la leptina y el péptido YY, y suben las hormonas que te dan antojo, como la grelina. ¡Es como si tu cuerpo te gritara que comas más! Y lo peor es que estos cambios pueden quedarse contigo aunque ya hayas bajado de peso, por eso el efecto rebote es tan común.

  • La tiroides se pone rebelde: La pérdida de peso también afecta a la hormona tiroidea, que es la que regula la energía. Esto hace que tu cuerpo queme menos calorías, ¡y es más difícil mantenerte en tu peso ideal!

  • Estrés a todo lo que da: Cuando dejas de comer como acostumbras, tu cuerpo se estresa y libera más cortisol, la hormona del estrés. ¡Y esta hormona puede hacer que subas de peso!

  • El estómago se vuelve lento: La forma en que tu estómago procesa los alimentos puede cambiar después de que bajas de peso. A veces se vuelve más lento, lo que hace que te sientas lleno más tarde y que quieras comer más.

  • Antojos intensos: Después de adelgazar, tu cerebro parece hacerse más sensible a las recompensas de la comida, así que se te antoja más lo chatarra, ¡especialmente lo grasoso y dulce! Y para acabarla de amolar, a nivel de las células, se alteran genes relacionados con el metabolismo de las grasas.

  • Memoria de gordito: El estudio de Nature descubrió algo impresionante: ¡nuestras células de grasa tienen memoria! Es como si recordaran cuando estabas con sobrepeso y se programaran para recuperar esos kilos más rápido. Estos cambios son a nivel de cómo se expresan los genes, conocido como epigenética.

  • Genes que no cooperan: Además, algunos genes que ayudan a quemar grasa se apagan, y otros que promueven la inflamación se prenden. ¡Como si tuvieran una fiesta dentro de tus células!

¿Qué podemos hacer entonces?

Estos estudios nos dicen que no es nuestra culpa si es difícil mantenernos en nuestro peso ideal. Nuestro cuerpo está diseñado para resistirse a la pérdida de peso. Los estudios nos dan algunas pistas: el de ISRN Obesity dice que las dietas bajas en carbohidratos podrían ayudar a contrarrestar algunos de los cambios que llevan a recuperar peso, y el de Nature abre la puerta a terapias para revertir la memoria de las células de grasa. Los dos estudios dicen que la solución podría ser mantener un estilo de vida saludable a largo plazo (en algunas ocasiones acompañado de terapia médica).

En resumen, ¡bajar de peso es solo el principio! Lo más difícil es mantenerlo, porque nuestro cuerpo siempre tratará de volver a su peso anterior. La clave es entender cómo funciona nuestro cuerpo para encontrar estrategias que nos ayuden a trabajar con él, ¡no en contra!

Referencias:

  • Blomain, E. S., Dirhan, D. A., Valentino, M. A., Kim, G. W., & Waldman, S. A. (2013). Mechanisms of Weight Regain following Weight Loss. ISRN Obesity, 2013, 1-7.

  • Hinte, L. C., Castellano-Castillo, D., Ghosh, A., Melrose, K., Gasser, E., Noé, F., ... & von Meyenn, F. (2024). Adipose tissue retains an epigenetic memory of obesity after weight loss. Nature, 1-9.

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