¿Qué es la densidad energética de los alimentos?
Aprender el concepto de densidad energética y su aplicación en la dieta diaria, es una estrategia útil para prevenir, controlar y tratar el sobrepeso y la obesidad.
Densidad energética significa la cantidad de energía que proporciona un alimento según su peso y se calcula al dividir la energía proporcionada entre el peso de la porción (kilocalorías/gramos).
La densidad energética de los alimentos se debe principalmente al tipo de nutrimento y a la cantidad de agua que posee el alimento, un ejemplo clásico es la fruta deshidratada. Casi dos tazas de uvas frescas equivalen, en cuanto a su contenido energético, a solo un cuarto de taza de pasitas, ¿qué te proporciona mayor saciedad? Ambos alimentos proporcionan la misma cantidad de calorías pero las uvas proporcionan mayor saciedad. Las uvas son consideradas de baja densidad energética, mientras que las pasitas de alta.
¿Cómo funciona este concepto en la pérdida de peso?
Las personas que padecen sobrepeso u obesidad por lo general tienden a ingerir porciones grandes de alimento, al aplicar el concepto de densidad energética, podrán reducir el contenido energético (calorías) de sus dietas sin tener que disminuir de manera drástica el tamaño de sus porciones.
¿Cómo diferenciar entre alimentos de baja y alta densidad energética?
Al dividir las calorías sobre los gramos del alimento obtenemos el valor de la densidad energética (kcal/g).
Es importante considerar que los valores que se deben tomar en cuenta son los que aportan los alimentos ya preparados (cocidos, fritos, empanizados), de no ser así el cálculo será incorrecto.
Revisa la etiqueta nutrimental de tus alimentos y decide sobre los que puedes consumir con mayor frecuencia. Para disminuir la densidad energética de la dieta es necesario aumentar la ingesta de verduras, frutas y alimentos ricos en fibra; reducir el consumo de grasas y azúcares; así como mantener una dieta variada donde siempre se cuide el tamaño de las porciones.