Proteína vegetal vs proteína animal
Las proteínas son los pilares de la vida. Cada célula del cuerpo las contiene, y no solo son necesarias para aquellos que quieren crecer los músculos. Son indispensables en procesos hormonales, enzimáticos, transportan oxígeno a todo el organismo y originan anticuerpos que fortalecen el sistema de defensa, por eso, las personas que realizan dietas bajas en proteína son más propensas a enfermar.
Casi todos los alimentos aportan proteína, pero no en la misma cantidad ni calidad. Las proteínas se conforman de bloques llamados aminoácidos, mientras más bloques tenga un alimento, mejor calidad proteica tiene.
Proteínas de origen animal
PROS:
Son proteínas completas y se les conoce como de alto valor biológico pues aportan todos los aminoácidos esenciales.
Fuente de zinc, nutrimento que favorece el sistema de defensa.
Son la única fuente natural de vitamina B12, necesaria para prevenir anemia, cansancio y debilidad.
Son la mejor fuente de hierro.
Brindan mayor saciedad.
CONTRAS:
Algunas (según el alimento) son ricas en grasa saturada y colesterol.
Resultan más difíciles de digerir.
Son más costosas.
Fuentes: Lácteos, huevo y carnes en general, es decir, aves, pescado, res, cerdo, cordero, etc.
Proteínas de origen vegetal
PROS:
Libres de colesterol y grasas saturadas.
Favorecen a la microbiota que mejora la salud digestiva.
Son ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes que combaten a los radicales libres.
Favorecen la salud cardiovascular.
Sobrecargan menos el trabajo de hígado y riñones.
CONTRAS:
Son proteínas incompletas, sin embargo, al combinar diferentes alimentos, se puede completar el bloque de aminoácidos.
Al tratarse de alimentos ricos en hidratos de carbono, en exceso, pueden aumentar los niveles de triglicéridos en sangre.
Los planes de alimentación a través de dietas vegetarianas deben ser prescritos y vigilados por un especialista para asegurar una correcta ingesta -en cantidad y calidad- de proteína.
Fuentes: cereales, leguminosas (frijol, haba, lenteja, soya, garbanzo), semillas y oleaginosas como: nueces, almendras, cacahuates, piñones, pepitas, linaza, chía, hemp, etc.
Tanto la proteína animal como la vegetal aportan excelentes beneficios a la salud, ninguna es mejor que otra, y una dieta correcta debe incluir ambas.
¿Cuánta proteína debemos comer?
Depende de características físicas, necesidades y estilo de vida de cada persona. La recomendación en personas adultas sanas va desde 0.8 gramos por kilogramo de peso, hasta 2.2 gramos.