La comida tradicional mexicana no engorda
México goza de gran biodiversidad y por tanto de una inmensa -y deliciosa- gastronomía. Sin embargo, hemos hecho a un lado muchos de sus platillos por miedo a ganar peso o empeorar nuestros niveles de colesterol. La cocina tradicional mexicana no es tan engordante como se cree, por el contrario, la mayoría de sus platos son equilibrados y muy nutritivos.
TLACOYOS
Los tlacoyos de haba o de frijol son un excelente alimento pues aportan ingredientes de alta densidad nutrimental. Tanto el maíz como las leguminosas contienen sustancias bioactivas con efecto antioxidante e hipocolesterolémico, es decir que disminuye los niveles de colesterol LDL o “malo”. Son ricos en fibra, lo que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y a regular el tránsito intestinal, además la combinación maíz- leguminosa construye proteínas de buena calidad.
Para obtener todos los beneficios antes mencionados, es necesario que los comas asados o al comal, no fritos.
Recomendaciones
Acompáñalos con ensalada, algunas opciones: aguacate, quelites, nopales o zanahoria rallada.
La salsa (preferentemente cruda) mejora la biodisponibilidad del hierro.
Son una excelente opción para colación de media mañana o media tarde.
Cambia la crema ácida por jocoque o queso cottage.
Prefiere queso fresco, de canasto o panela. Considera que al gratinarlos aumentará considerablemente su aporte de grasa y calorías.
POZOLE
Temido por algunos, amado por muchos. El pozole cumple con las recomendaciones del Plato del Bien Comer pues aporta los tres grupos de alimentos (verdura, cereal y proteína). Es fuente de energía, fibra y antioxidantes que ayudan a prevenir el daño oxidativo al que estamos expuestos, sobretodo en Ciudad de México.
Recomendaciones
Si estás cuidando la línea, sirve más caldo, menos granos y mucha lechuga.
Procura que sean proteínas magras como pechuga de pollo o si es de puerco, que sea sin cuerito.
No dejes a un lado el orégano, es un poderoso antioxidante que ayuda a atacar parásitos intestinales y aliviar el malestar gastrointestinal.
Modera el consumo de tostadas y prefiere aquellas que son horneadas.
Sustituye la crema ácida por jocoque o aguacate.
CHILES RELLENOS
El chile poblano es muy bajo en calorías y rico en vitamina C, potente antioxidante que -entre otras cosas- fortalece el sistema inmunológico y hace que se absorba mejor el hierro de los alimentos. También, aporta provitamina A que ayuda a las células de los ojos, dientes, huesos y piel. Generalmente se rellena de queso y se bañan en salsa de jitomate. Se suele acompañar de arroz y/o tortillas de maíz, lo que lo vuelve un platillo completo y equilibrado.
APORTE NUTRIMENTAL
Recomendaciones:
En lugar de freír, hornea los chiles.
Si estás en régimen de adelgazamiento prefiere chiles sin capear, así reducirás más de 200 calorías calorías y 20 g de grasa.
Considera que 1 de taza de arroz equivale a 3 tortillas de maíz, ¿qué prefieres?
Al bañarlo de salsa roja aumenta su poder antioxidante.
Si decides utilizar grasa, prefiere aceite de aguacate, oliva o manteca de cerdo.
Este texto lo escribí para el suplemento Menú de El Universal.