Hagamos de la salud digestiva una prioridad

Seguramente has escuchado con mayor frecuencia sobre la famosa “microbiota” y la salud digestiva, así como la importancia que ésta tiene sobre la salud en general, incluyendo la salud mental. Sin embargo, poco se habla de cómo mantener este complejo ecosistema en equilibrio. 

En el sistema digestivo, particularmente en el intestino, ocurren importantes funciones, más allá de la digestión. Es el hogar de más de cien mil billones de microorganismos, conocidos como microbiota, que desempeñan un importante papel en la salud. 

Estos microorganismos, participan en la modulación del sistema inmunológico,  la regulación de la saciedad, la producción de energía y vitaminas, puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento, e incluso en el desarrollo o prevención de algunas enfermedades (1, 2).

¿Sabías que… la microbiota intestinal es conocida como “el órgano oculto”? (3).

La composición de nuestra microbiota es única, aporta de 150 a 200 veces más información genética que la de todo el genoma humano. Si bien hay factores no modificables que impactan directamente a nuestros microorganismos como edad, genética, modo de nacimiento y zona geográfica, hay factores modificables como el estilo de vida, los fármacos y la alimentación, que pueden tener un impacto significativo en el equilibrio de esta comunidad.  

Desequilibrio microbiano

Hou et al. (2022). Microbiota in health and diseases. Signal Transduction and Targeted Therapy, 7(1), 135.

Los microorganismos que se alojan en el intestino pelean por comida y por espacio. A diferencia de lo que muchas veces solemos escuchar, no existen “bacterias buenas” y "bacterias malas”, simplemente son microorganismos (bacterias, arqueas, protozoos, levaduras, hongos y virus) los cuales deben mantener un equilibrio. Cuando hay un desequilibrio en el número o tipo de colonias microbianas ocurre lo que se conoce como disbiosis. Este desequilibrio puede provocar una desregulación de las funciones corporales y enfermedades como la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad cardiovascular, mayor riesgo en algunos tipos de cáncer, obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, trastornos cerebrales, enfermedad renal y hepática (3).

¿Cómo mantener una buena salud digestiva?

Para mantener bien y de buenas a estos microorganismos, no es necesario llenarte de suplementos, la dieta se considera como el principal regulador a corto y largo plazo, junto con los hábitos de vida saludables. 

  • Más vegetales, menos animales. Los expertos recomiendan incluir 30 distintos alimentos de origen vegetal por semana (4). 

  • Menos ultraprocesados, más fermentados. Incrementa el consumo de lácteos fermentados como el yogur. Estudios muestran que la inclusión de yogur con cepas específicas de probióticos añadidos durante 4 semanas puede mejorar significativamente los síntomas digestivos (5).  

  • Hidrátate con agua simple. 

  • Limita el consumo de alcohol.

  • Evita el uso indiscriminado de antibióticos.

  • Procura actividades que te relajen como iluminar, tejer, meditar, etc. 

  • ¡Descansa! Es necesario dormir entre 6 y 8 horas.

Sabías que… El yogur natural tiene muy poca lactosa y contiene cultivos bacterianos activos que producen lactasa, ésta a su vez descompone parte de la lactosa del yogur por lo que puede llegar a ser una buena opción para personas maldigestoras de la lactosa (6).

Día Mundial de la Salud Digestiva

Desde 2004, cada 29 de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva. Esta fecha conmemora la creación de la Organización Mundial de Gastroenterología y tiene el fin de aumentar la conciencia sobre la prevención, la prevalencia, el diagnóstico, el manejo y el tratamiento de enfermedades o trastornos digestivos.

El lema de este 2024 es: “Hagamos de la salud digestiva una prioridad” (7).

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