Pasillo de congelados
Puertas y puertas, bolsas y bolsas, hielos y hielos, y no importa, al final son tantas opciones que nos quedamos fríos (que digo fríos, ¡congelados!) y no sabemos qué llevar y por qué. Afortunadamente, Fernanda, Mariana y Sol tienen los consejos perfectos para elegir bien, productos sanos y, sobre todo, sin que pierdan su calidad ni se conviertan en un peligro, más que un beneficio. Dixo*