Dieta sostenible
¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE LO QUE COMEMOS CON EL CUIDADO DEL PLANETA?
La producción y la distribución de alimentos afectan al cambio climático y al deterioro medioambiental mediante las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso del agua y de la tierra, la contaminación y la pérdida de la biodiversidad.
La producción mundial de alimentos representa hasta el 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, el 60 % de la pérdida de biodiversidad y el 70 % del uso de agua dulce (2).
Pero no solo la producción y distribución afectan el medio ambiente, la mayoría de nuestros hábitos alimentarios no son sostenibles y dañan el planeta.
Se estima que un millón de personas mueren de forma prematura cada año por cuestiones atribuibles a riesgos ambientales conocidos y evitables. OMS*
¿CÓMO PODEMOS SEGUIR ALIMENTÁNDONOS SIN DAÑAR AL PLANETA?
Si bien la solución es multifactorial, desde casa podemos contribuir al cuidado medioambiental a través de pequeños cambios en la manera en que nos alimentamos.
La pandemia nos ha dejado claro que una buena alimentación no es cuestión de vanidad, es cuestión de salud. Nos dejó claro que el mejor cuerpo no es el que puede usar bikinis sino el que no se enferma. Y para ello los expertos nos recomiendan seguir una dieta sostenible.
DIETA SOSTENIBLE (3)
Los 4 pilares que sustentan las dietas sostenibles:
Nutritivas y saludables. Promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar de las personas.
Bajo impacto medioambiental.
Accesibles y asequibles (se pueden obtener/ comprar fácilmente).
Culturalmente aceptables.
ACCIONES DESDE CASA
Para 2050, la población mundial llegará a los 9.1 mil millones, lo que representa 34 % más que en la actualidad (4). Lograr un sistema alimentario sostenible que pueda satisfacer las necesidades nutrimentales de 10 mil millones de personas requiere de un cambio global hacia dietas saludables, mejores prácticas en la producción de alimentos y reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos (5).
1. Más vegetales y menos animales.
Los alimentos de origen animal generan más del 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (6).
Reducir el consumo de carne y aumentar los alimentos vegetales podría reducir la huella hídrica entre el 11 y el 35 % (7).
El consumo mundial de frutas, verduras, nueces, semillas y leguminosas deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50 % (5).
Un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association mostró que con sustituir solo el 3 % de proteína animal por proteína vegetal, el riesgo de muerte por cualquier causa disminuyó en 10 % (8).
OPCIONES DE PLATILLOS SIN CARNE: Tlacoyos, huazontles, enfrijoladas, chiles rellenos, sopes, quesadillas, tortitas de coliflor, huevos ahogados, calabacitas a la mexicana, verdolagas en salsa verde, rajas con crema, tortas de papa.
CONOCE LA DIETA FLEXITARIANA
2. Consumo local y de temporada
Los productos locales además de ser más frescos, son más económicos y amigables con el medio ambiente, ayudan a preservar las tierras de cultivo y los espacios verdes. La madre naturaleza es tan sabia que nos ofrece alimentos ricos en nutrientes necesarios según la temporada.
3. Evita el desperdicio de alimentos (9)
Se estima que un tercio de los alimentos que se producen se desperdician.
Entre el 8 y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas con los alimentos que no se consumen.
El 61 % de los desperdicios de alimentos proceden de los hogares, el 26 % de los servicios de alimentación y el 13 % de la venta al por menor.
En el mundo, cada persona desperdicia anualmente 74 kilos de alimento, en México 94.
CONSEJOS PARA REDUCIR EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS
Planear los menús y hacer las compras con una lista para adquirir solo lo necesario.
Almacenar correctamente los alimentos.
Conservar y fermentar alimentos de temporada.
Reutilizar las sobras en nuevos platillos.
Utilizar las frutas viejas en batidos y las verduras poco frescas en sopas.
Porcionar y congelar.
No tirar la yema del huevo, ¡es muy nutritiva!
Hacer composta.
“Los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental en la Tierra” (5).