Especias en la dieta
A lo largo de la historia, el uso de hierbas y especias ha sido de gran importancia tanto en la cocina como en sus vínculos con la salud. Las especias no solo mejoran el sabor, el aroma y el color de los alimentos y bebidas, también pueden ayudar a disminuir el riesgo contra algunas enfermedades (1).
Los primeros documentos sobre el uso de hierbas y especias sugieren que las antiguas civilizaciones envolvían la carne en hojas de arbustos y de esta -accidental- forma descubrieron que este proceso realzaba el sabor de la carne.
Aunque no podemos comparar las hierbas y las especias con los fármacos, distintas investigaciones han demostrado que los compuestos bioactivos contenidos en algunos alimentos pueden favorecer la salud y prevenir algunas enfermedades. Entre las hierbas y especias más estudiadas están:
PIMIENTA NEGRA
Es una de las especies más utilizadas y estudiadas alrededor del mundo. La piperina, el componente activo tiene efecto antioxidante, antiinflamatorio, antialérgico, es auxiliar en la digestión y mejora la absorción de ciertos nutrientes (2). Procura la pimienta en grano y muélela justo antes de añadirla a tu platillo/ bebida.
En la cocina: Es muy versátil, puede incluirse en cualquier preparación.
CÚRCUMA
Su componente activo es la curcumina. Se le relaciona con una potente actividad antiinflamatoria que favorece las articulaciones, la salud gastrointestinal, cardiovascular (disminución del colesterol y triglicéridos), así como mejoras en la glucosa y la función cerebral y cognitiva (2). Para mejorar su biodisponibilidad, acompáñala con pimienta y alimentos grasos.
En la cocina: Puede ser un económico sustituto de azafrán en algunas preparaciones.
COMINO
Los usos tradicionales del comino incluyen reducir la inflamación, la indigestión, prevenir los gases y suprimir los espasmos musculares por tanto es recomendado para personas que sufren malestares digestivos frecuentes (3, 4).
En la cocina: Es ideal en preparaciones con leguminosas.
CANELA
Ha mostrado tener actividad antibacteriana y antifúngica, efectos antioxidantes y antiinflamatorios, sus polifenoles favorecen la salud cardiovascular y aunque la evidencia en humanos es inconsistente, puede ayudar a modular la glucosa en sangre (2).
En la cocina: Cabe perfectamente tanto en recetas saladas como dulces.
JENGIBRE
Se trata de una raíz con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Está relacionado con una posible disminución en los niveles de triglicéridos y colesterol. Estudios en animales sugieren que puede reducir la inflamación de las articulaciones. Es utilizado durante el embarazo para reducir las náuseas y los vómitos. También, se ha visto que puede reducir el dolor muscular durante el ejercicio (2).
En la cocina: Puedes agregar un poco de jengibre fresco o en polvo en cualquier preparación (sopas, ensaladas guisos, postres y bebidas)
Es importante saber que los fármacos se definen como cualquier sustancia que no sea alimento, y que se use para prevenir, diagnosticar, tratar o aliviar los síntomas de una enfermedad o afección (5). Las hierbas y las especias se consumen en combinación con otros alimentos, en cantidades pequeñas por tanto no deben considerarse como único tratamiento (6).
El ajo fue utilizado por los herbolarios durante la peste. Más tarde, Louis Pasteur (1822–1895 dC ) descubrió que mataba las bacterias e incluso se usaba en los campos de batalla para prevenir la gangrena (7).
¿Cuál es la diferencia entre hierba y especia?
Se denomina hierba a la planta fresca utilizada para cocinar y especia a cualquier otra parte de la planta, a menudo seca, como semillas, cortezas, bayas y raíces. También las hierbas deshidratadas (enteras, pulverizadas o troceadas) son consideradas especias.
5 BENEFICIOS DEL USO DE HIERBAS Y ESPECIAS
Favorecen la conservación de los alimentos.
Fácil aporte de antioxidantes y antiinflamatorios en la alimentación diaria.
Ayudan a reducir el consumo de sazonadores ricos en sodio.
Promueven un mayor acercamiento a la cocina.
Mejoran la digestión.