La moda de la dieta “Keto”
La dieta cetogénica, mejor conocida como keto por su nombre en inglés (ketogenic), es vista como una seductora alternativa para tratar ciertas condiciones clínicas y perder peso de forma rápida y efectiva; sin embargo, además de que resulta difícil de seguir, a la fecha, no existe evidencia sobre sus efectos a largo plazo.
No es una “dieta nueva”, este régimen se originó en los años veinte como una herramienta para tratar enfermedades neurológicas como la epilepsia.
¿En qué consiste?
Este plan de alimentación limita al máximo la ingesta de hidratos de carbono, aumenta considerablemente el de grasas y modera el consumo de proteína, esta restricción pone al cuerpo en un estado metabólico llamado cetosis, el cual consiste en utilizar la grasa corporal como principal fuente de energía. Regularmente nuestro organismo funciona con una reserva energética conocida como glucógeno (almacenado en hígado y músculos), al comenzar a restringir los hidratos de carbono, las reservas de glucógeno se agotan y obliga al cuerpo a depender de las grasas para el suministro de energía (1).
La reducción de tallas suele ser inmediata porque se pierden muchos líquidos con este tipo de dietas. Cada gramo de glucógeno se asocia a 3 gramos de agua, por tanto, es crucial incorporar una buena hidratación acompañada de electrolitos (2).
Beneficios
Distintas investigaciones han demostrado que la adopción de esta dieta puede promover la pérdida de grasa e incluso mejorar ciertas condiciones como la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina, los triglicéridos, síndrome de ovario poliquístico y el deterioro cognitivo como epilepsia y Alzheimer (3, 4, 5, 6, 7). Por otro lado, limita el consumo de azúcares añadidos y harinas refinadas, lo que -en cualquier tipo de dieta- tiene beneficios adicionales a la salud.
Riesgos
Al iniciar la cetosis, se presenta un cuadro -bastante- incómodo con síntomas como mal aliento, dolor de cabeza, debilidad, irritabilidad, estreñimiento, náuseas y vómitos.
Considera que las "dietas yo-yo" que conducen a una rápida pérdida y recuperación del peso, están asociadas con una mayor tasa de mortalidad.
La falta de supervisión a este tipo de dieta puede ser peligrosa ya que -en algunos casos- aumenta el riesgo de sufrir lesiones renales agudas y arritmias cardiacas. Esto debido a que la deshidratación, consecuencia de la cetosis, provoca pérdida de electrolitos como el sodio, el magnesio y el potasio, por lo que forzosamente debe ser prescrita por un nutriólogo o un médico especialista en nutrición con previos análisis clínicos.
Por otro lado, este plan alimenticio tiene que incluir suplementos vitamínicos y fibra pues la falta de verduras, frutas y leguminosas puede provocar deficiencias nutrimentales y malestar gastrointestinal.
Considera que una keto saludable no puede incluir alimentos ultraprocesados y grasas poco amistosas con la salud cardiovascular como longaniza, chicharrón, tocino, embutidos, manteca, cortes de carne grasosos, margarinas, etc.
Alimentos recomendados
Aguacate, aceitunas, aceites vegetales (oliva, aguacate, canola, etc.), cortes de carne roja magros como falda de res, filete, solomillo de cerdo, pescados grasos como sardina, atún, trucha, salmón, huevo con yema, aves en general sin piel, quesos que se derritan, mariscos, nueces pecanas, chía, linaza, verduras de hoja verde como quelites, espinacas, acelgas, nopales, champiñones, frutos rojos, café y té sin azúcar.
Es importante considerar que aún se necesita más investigación para comprender todos los posibles efectos adversos a esta dieta, puede resultar efectiva a corto plazo pero para lograr resultados duraderos, es necesario aprender a comer (de todo) y mantener un estilo de vida saludable.