Diferentes tipos de sal
La sal es un ingrediente culinario utilizado en todas las cocinas del mundo, se compone de dos minerales, cloruro y sodio, este último es un electrolito encargado de mantener el equilibrio hídrico del cuerpo, la transmisión nerviosa y la función muscular, pero cuando se consume en exceso, se acumula en sangre lo que puede aumentar la presión arterial y desencadenar otros problemas de salud.
¡No te confundas!
Existen distintos tipos de sal en el mercado, sin embargo, todas aportan la misma cantidad de sodio, a excepción de la sal de potasio o sal “light” que solo debe ser consumida bajo recomendación de un profesional de la salud.
Definitivamente, la mejor sal es la que más te guste.
Los diferentes tipos de sal pueden variar en sabor, textura, color y en el aporte de algunos minerales. Entre las sales más populares se encuentra:
Sal yodada
Es la típica sal de mesa que encuentras en cualquier supermercado. Se adiciona con yodo como medida de salud pública para prevenir deficiencias que pueden provocar problemas de tiroides.
Sal de mar
Se trata de una sal poco procesada, producto de la evaporación del agua de mar. Aunque ojo, mientras más obscura, mayor cantidad de impurezas, incluso puede llegar a contener metales pesados y microplásticos.
Sal del Himalaya
Este tipo de sal se extrae de una mina en Pakistán, se caracteriza por contener pequeñas cantidades de calcio, magnesio, hierro y potasio, minerales que puedes obtener fácilmente de otros alimentos. El único plus que presenta es su exquisito sabor.
¿Qué tan mala es la sal?
A diferencia de lo que se cree, el mayor consumo de sodio no proviene de los saleros sino de condimentos y alimentos ultraprocesados. La ingesta máxima sugerida de sodio para personas saludables es de 2,300 miligramos por día.
Un dato: De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, la prevalencia de hipertensión en adultos mexicanos es de 25% y cerca del 40% de las personas con esta condición, desconoce que está enferma.
Los beneficios a la salud de las sales “saludables” o de tipo gourmet no tienen suficiente respaldo científico, y en exceso, igual que cualquier tipo de sal, es perjudicial a la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de sal por debajo de los cinco gramos (dos mil miligramos de sodio) diariamente.
