Ayuno intermitente
Dejar de comer por un largo periodo es tema controversial. Hace no mucho tiempo, el ayuno era satanizado por los profesionales de la salud pues se tenía la idea de que para mantener un metabolismo acelerado y perder peso, era necesario comer cada 4 horas, en la actualidad, no hay evidencia que sustente esta afirmación pues lo que determina la pérdida de peso es el total de calorías que consumes durante todo el día.
El ayuno intermitente es una de las tendencias de salud más populares en la actualidad, consiste en alternar periodos de alimentación con periodos de ayuno, no se trata de una dieta ya que no refiere qué comer sino cuándo debe comer.
Beneficios a la salud
Favorece la pérdida de peso y reduce la grasa abdominal (1).
Mejora la sensibilidad a la insulina, factor protector contra la diabetes tipo 2.
Disminuye marcadores de inflamación, factor clave en muchas enfermedades crónicas (3).
Beneficia la salud cardiovascular. Mejora los niveles de colesterol y disminuye los triglicéridos en sangre.
Ver video: ¿Cómo bajar los niveles de colesterol?
Promueve la autofagia, un proceso de reparación celular (4).
Puede proteger contra la enfermedad de Alzheimer.
Tiene un efecto antienvejecimiento.
La autofagia o "comerse a sí mismo" es un proceso esencial para la vida cuya investigación otorgó el premio Nobel de Medicina 2016.
¿En qué consiste?
El método más utilizado, fácil y sostenible para hacer un ayuno intermitente es el sistema 16/8 que implica restringir el periodo de alimentación diaria a 8 horas. Por ejemplo, si la última comida se hace a las 18:00, la siguiente comida tendrá que ser hasta las 10:00 am (5).
Considera que...
Se debe cubrir el requerimiento calórico diario, es decir no se deben disminuir las calorías de la dieta.
La frecuencia de comidas durante la fase de alimentación es irrelevante, sin embargo, se recomienda hacer solo tres.
Es normal sentir hambre al principio del régimen en lo que el organismo se adhiere a este patrón de alimentación.
Ayunar por 16 horas no propicia la pérdida de músculo, por el contrario, un estudio muestra que el ayuno intermitente causa menos pérdida muscular que las dietas de restricción calórica.
El lado oscuro
El hambre es el principal efecto secundario del ayuno intermitente y podría incitar a comer de más.
Puede haber debilidad y fatiga.
No está indicado en personas que viven con diabetes, niños, durante el embarazo y la lactancia. Si tiene alguna afección médica, debe consultar con un profesional de la salud.
Personas de bajo peso, o con historial de trastornos de la conducta alimentaria, no deben hacer ayuno intermitente sin consultar antes con un profesional.
Resulta más benéfico en hombres que en mujeres.
No llevar correctamente el protocolo puede provocar un efecto adverso.
Este patrón de alimentación puede ser una herramienta muy poderosa para perder peso y mejorar la salud, sin embargo, hay que considerar que provoca estrés y no es apto para todos, la única forma de descubrirlo -si tu salud lo permite- es intentándolo.
Este texto lo escribí para el suplemento Menú de El Universal.
