Bacterias: tus compañeras de vida

Al hablar de bacterias inmediatamente pensamos en enfermedad, pero no es así. ¿Sabías que en el intestino se alojan billones de bacterias encargadas de mantener la salud? A estos microorganismos se les conoce como “microbiota”. Sus cambios a lo largo de la vida son más decisivos de lo que crees.

Las primeras bacterias de cualquier ser humano se adquieren en el canal de parto. Los niños nacen estériles pero su cuerpo comienza a ser colonizado a través de la leche materna. Las bacterias permitirán al pequeño tener una mejor digestión, entrenar al sistema inmunológico e impedir que bacterias dañinas se alojen en los intestinos. De ahí que los niños alimentados “sólo” con leche materna durante los primeros seis meses enferman menos.  

Cuando los niños crecen la microbiota comienza a equilibrarse y diversificarse. Influyen factores como la alimentación, la actividad física y el medio ambiente.

Durante la edad adulta, la microbiota está conformada por -aproximadamente- 150 billones de bacterias con cerca de 400 cepas distintas ¡tres veces más que el número de células que tenemos! Cuando se altera su equilibrio (por enfermedad, exceso de antibióticos, dietas mal llevadas y estrés), se dan  “periodos disruptivos” que pueden generar malestar digestivo.

Al llegar a la vejez la diversidad de la microbiota disminuye gradualmente, por lo que es indispensable mantener un estilo de vida saludable.

Para conservar buena calidad y diversidad de la microbiota (en cualquier etapa de la vida), es necesario mantener una alimentación correcta, consumir lácteos fermentados con probióticos, hacer ejercicio y llevar un estilo de vida saludable.

Somos lo que comemos vs. lo que nos movemos.