Comer fuera de casa
Tener que comer fuera de casa es una de las -grandes- limitantes para todas aquellas personas que desean comenzar un régimen de adelgazamiento.
Sabías que comer en la calle incrementa en promedio 32% la ingesta calórica, aumenta el consumo en sal y azúcar, y reduce 15% la ingesta de fibra.
Si eres de los que “tiene” que comer fuera de casa y quieres cuidar la línea, considera estas recomendaciones:
- Elige como primer tiempo un caldo (desgrasado) o sopa con poca pasta.
- Pide que la canasta de pan y mantequilla sean llevadas junto con el plato fuerte.
- Pregunta el tamaño de las porciones, si estas son muy grandes, comparte.
- Evita barras tipo buffete, prefiere el menú para poder elegir de acuerdo a tus necesidades.
- Prefiere platos acompañados de vegetales.
- Si ordenas ensalada, pide el aderezo por aparte y utiliza máximo dos cucharadas.
- Considera el vinagre y limón como sustituto de aderezo.
- De ser posible, elige preparaciones al vapor, horno o parrilla.
- Evita lo frito, empanizado, gratinado, capeado y condimentado.
- Pide que la guarnición sea de vegetales al vapor (no papa).
- Cuida el consumo “extra” de queso, considera que cada 30 gramos significan 100 kcal. más a tu plato.
- Prefiere postres elaborados con fruta.
- No tienes que dejar el plato limpio, si ya te sientes satisfecho pide que te retiren.
- Prefiere agua simple o infusiones (sin azúcar).
- Limita el consumo de bebidas alcohólicas.
- Asegúrate que el lugar dónde comas sea higiénico.
- Si no desistes del azúcar, pide un edulcorante no calórico como stevia para tus bebidas.
- Evita llegar con mucha hambre.
Evita la culpa, el Bien Comer es un placer.