Dieta Godínez
Hoy, la mayoría de la población laboralmente activa vive más de la mitad de su vida en la oficina y el automóvil. Esto desencadena hábitos poco saludables como: comer en el auto, frente a la computadora, con prisa y lo peor, todo aquello que se nos ponga enfrente, es decir: botanas de maquinita, tortas, tacos, garnachas y cuando "quieren cuidar la línea", cocteles de fruta llenos de azúcar.
Si bien el oficinista promedio reconoce no llevar una dieta correcta, tampoco sabe cómo hacerlo, para ello te comparto algunos prácticos consejos:
1.- Planifica tus comidas.
Llevar los alimentos desde casa resulta la mejor opción. Para ello deberás hacer compras de supermercado de -por lo menos- tres días, éstas deberán incluir:
- Verduras y frutas que sean manipulables como zanahorias, jícamas, pepinos y manzanas.
- Vegetales congelados.
- Semillas, almendras, nueces y cacahuates (no japoneses) preferentemente sin sal y sin grasas añadidas.
- Tostadas horneadas.
- Barras de cereal siempre y cuando aporten no más de 120 calorías, más de 4 gramos de fibra y menos de 10 gramos de azúcar y no más de 4 gramos de grasas totales.
- Pan de caja rico en fibra (más de 4 g por porción) y libre de jarabe de maíz de alta fructosa.
- Quesos frescos bajos en grasa como panela, requesón o de canasto.
- Yogur griego. Este tipo de yogur aporta entre 10 y 18 gramos de proteínas, las cuales te ayudarán a controlar tu apetito.
- Atún en agua.
- Pechuga de pavo.
- Leche descremada o lechadas de arroz o almendras (sin azúcar añadida).
- Huevo.
- Tetrapack de claras de huevo.
- Maíz palomero. Las palomitas de maíz hechas en casa son una deliciosa y nutritiva opción.
Si tu lugar de trabajo cuenta con comedor, haz uso de el. Por lo general los comedores institucionales cuentan con menús balanceados.
2.- Desayuna
Deja a un lado el pretexto “no tengo tiempo”, si bien vivimos a las carreras, hay prioridades y una de ellas debe ser desayunar.
Consulta el post “Importancia del desayuno” donde encontrarás prácticas opciones para desayunar.
3.- No vivas de ensaladas
Cuidar la línea no significa vivir de ensaladas. Procura que tus comidas estén equilibradas, es decir que incluyan vegetales, cereales, leguminosas y/o productos de origen animal. Algunas recomendaciones:
- Si estás en el puesto de “garnachas” elige opciones sin freír y con rellenos vegetales. ¿Qué tal un tlacoyo con nopales y queso fresco o quesadillas al comal con tinga de pollo? ¡Mucho mejor que una sopa de vasito!
- Si lo tuyo son las ensaladas, considera los aderezos cremosos aportan importante cantidad de azúcares y grasas saturadas. Prefiere vinagre balsámico, vinagre o limón.
- Por lo general, las fondas de comida corrida ofrecen sopa o caldo de pollo, opta por el caldo. Evita las sopas tipo crema.
- Prefiere tortilla a bolillo.
- Considera que la crema ácida es grasa (al igual que la mantequilla y el aceite). Cada cucharada suma 50 calorías.
- Evita platos gratinados, fritos o capeados.
- Deja como última opción las cadenas comerciales tipo Oxxo, 7- Eleven, etc. pues difícilmente encontrarás opciones saludables.
- Si cuentas con comedor institucional, haz uso de él. La mayoría sirve platos equilibrados.
4.- Muévete
Encuentra la forma de incrementar la actividad física. Evita elevadores, estaciónate lejos, si es el caso prefiere visitar el escritorio de tu amigo a enviarle un correo electrónico.
5.- Ten a la mano colaciones saludables
6.- Hidrátate correctamente
La mejor hidratación es con agua natural procura llevar contigo una botella con agua y bebe constantemente. Los refrescos además de sumar calorías, dañan la salud.
Un tip. Si no te gusta el sabor del agua natural, agrega rodajas de naranja o limón.
Comer no es sinónimo de alimentarse y menos de nutrirse. Evita los paquetes en tu dieta.